martes, junio 21, 2005

Suplicio Interminable

[La esperanza es el peor de los males... pues prolonga el tormento del hombre]


Deliciosa cueva de tormentos prolongados, la esperanza, el suave pasar de las navajas de la muerte por tus manos carcomidas, el eterno descender de las gotas carmin por tus muñecas destrozadas, pequeño resplandor moribundo al final de un agujero sin comienzo... ¿y su final?, Punzante desengaño asesino de un corazon desangrado.

Melancolico lago de negrura inmensa, que te sumerge entre los brazos de el profundo abismo, la esperanza, espora venenosa que adormece tus sentidos, veneno palpitante entre los pliegues de tu cuerpo.

Retraso letal de la muerte, con una dosis extra de sufrimiento lacerante, llamas frias salidas de la boca de un demonio hermoso, rosa blanca que brota de la mente del dueño de tinieblas.

Sollozo intermitente de un altibajo del corazon. Lagrimas que corren y regresan por el mismo camino desolado y negro, mordida vampiresca que alarga los letargos entre lo inconsciente y el enamorado, corte profundo e interminable, que parte a la mitad lo que queda de razon. Adormecimiento del pensar, preparado para un sueño lento doloroso y prolongado.

Esperanza. Asesino entre los muertos, alas de un lamento que surca sobre cielos moribundos, esperanza, el caer y la asencion de las gotas de sangre que tiran a darte, aguja introducida en tu craneo por una sadica enfermedad, o una sadica enferma ¿Que se yo?...

Esperanza, el deseo de cambiarla por un lugar en el infierno, el preferir ser devorado por espinas ponzoñosas a sufrir sus tormento lento y despiadado. Esperanza... Esa bella devoradora de huesos, esa que prolonga los lamentos, los alaridos, el sufrimiento. La esperanza, simple palabra entre los mortales, capaz de deshacer al mas frio de los infiernos.

lunes, junio 20, 2005

Oscura y Asesina...

[En tu cara esta la muerte... y el infierno en tu sonrisa]

A la pequeña Siniestra:

Tus cabellos como sombras aladas, posadas sobre el abismo de mis miserias. Cascada rizada de dolor humano que cae y se endereza cual sutil gota de veneno, viajando por los labios de la muerte.

Tus ojos, el estanque negro donde se baña el sufrimiento, lugar de torturas y tormentos ahogando los vanos intentos de ahogar lo inevitable.

Tu mirar, miles de agujas y cuchillos que salen de la nada para atravesar mis pensamientos, desgarrando hasta el ultimo jiron de vida que me queda.

Tus labios... el caudal que recorre el Hades bajo la luz del inframundo. Lamentos y delicias que gotean al unisono, rompiendo con tus boca la razon el pensar y la vida.Castigo eterno dibujado por el mismo diablo en el lienzo de tu rostro, fauces de una fiera en celo que destroza todo a su paso .

Tus manos, la rosa negra, mi rosal marchito. Espinas venenosas de los confines del infierno rasgando quemando lentamente la piel desgraciada,deslize fatal de garras cegadoras, las hijas letales de la guadaña de la muerte.

Tu lengua, la reencarancion de la hija del demonio, envidia de las hidras y quimeras, corta y cicatriza, que diluye con saliva y atraviesa los deseos...

Tu piel, tela de color marchito, abrigo entrelazado de corazones destrozados . Pequeña Siniestra... Oscura y Asesina. Caricias de serpiente, mi reina de las nieves, diminutas puntas de hielo que se cuelan entre las rendijas de mi corazon.

Tu cuerpo, sinfonia macabra de la perdicion oscura, suave torbellino hipnotizante. hermoso y letal, la trampa mas perfecta que envidian las sirenas.

Tu corazon, corroido y desgastado. Un pedazo negro enjaulado entre los huesos , el atroz alarido resonante entre las paredes de tu cuerpo decadente y solitario , la maraña de intrigas y mentiras que acaban en la punta chorreante de una lanza rota y fragmentada,
Silencioso palpitar verdugo de los inocentes.

Tú... Pequeña y Oscura
Tú... La Oscura y Asesina.

Quieta y Silenciosa...

[Como cortejo fúnebre las estrellas corrian sobre mis ojos...]


Y te pedi perdón , por cada gota de amor desperdiciado, te conté al oido en secreto
todas esas cosas que nunca te dije y que planee decirlas, oí como tus suspiros se apagaban lentamente entre la fria brisa del aire asesino, y como tus ojos brillaron por ultima vez bajo las estrellas de este cielo mortecino.

Saboreé en el aire como buscabas robarle, un poquito mas de vida al espacio, ví como tu cuerpo se desgastaba. Como tus fuerzas se corrompían y se apagaban.
Sentí lentamente, com
o tu corazon, enjaulado entre tus huesos, se asfixiaba con el recorrer de tiempo, como mis lagrimas rojas, cayeron estridentes sobre tu vientre y se deslizaron por los pliegues de tu piel.

Pensé en los momentos vividos, en las alegrias asesinadas, en las esperas prolongadas. En tu amor y en mis traiciones, en tus lagrimas, en tu confusion y en mi vida aprovechada, te ví, en tu lecho de terciopelo y ví como las estrellas recorrian el firmamento ....como cortejo funebre sobre mis ojos, Oí como el viento susurraba tus lamentos, queriendo taladrar en mi memoria, grabar en ella tu recuerdo, profundo como abismo.

Como sueño de piedra que cae sobre el estanque de la razon, asi sentí el sutil corte del viento de la noche, como navaja cortante sobre piel lastimera, asi se deslizaban los pensamientos, los recuerdos y los pensares, y al final, tu retrato, quieta como marmol blanco, delicada y estática, como en un cuadro donde en el fondo se ven rostros sin labios y animas en penas, tu, lenta, rapida, embriagante tu silueta, dibujada en la tela de lo oscuro, quieta y silenciosa.

Te tiró el laberinto del descanso, te tumbo con alas de seda, caiste dando vueltas y exhalaste el frio y humedo aire sobre la tumba, querias llevarme en tu caida pero no pude acompañarte, tus latidos se detuvieron como cuando la orquesta acaba la sinfonia, una sinfonia macabra y maldita, donde los demonios y los duendes bailan al son de la muerte encapuchada. Moriste como princesa de parajes helados, hermosa y fria.

Me despedí, pensando en que sera de tu alma pura y marchita, te pedí perdon por mi pecado, tiré una ultima mirada a tu cuerpo desgastado, e imagenes asesinas penetraban en mi mente, labios sin color y mandibulas sin dientes, manos sin dedos, crispados por la infernal muerte, ¿arrepentido?, no ...solo desahuciado.

Cerre tus ojos con dos besos y lanze al aire mi ultimo alarido, profiriendo palabras en contra del amor y lamentando el haberte conocido, te deje a la suerte del destino, esperando a que pudieras tener un poco de descanso. Deje atras tu sombra, en el olvido tu recuerdo, mi pobre alma, mi pequeña niña, dulce, quieta y silenciosa, la culpa tu no tuviste que por amor te asesinaran.

Y he aquí el negro cuadro, una sombra alejandose del recinto de los muertos, una dama blanca con rastros de color, descansando en la penumbra, y una extension del infierno... de acero y muerte con un hilo rojo del rastro del ultimo aliento...