Quieta y Silenciosa...
[Como cortejo fúnebre las estrellas corrian sobre mis ojos...]
Y te pedi perdón , por cada gota de amor desperdiciado, te conté al oido en secreto
todas esas cosas que nunca te dije y que planee decirlas, oí como tus suspiros se apagaban lentamente entre la fria brisa del aire asesino, y como tus ojos brillaron por ultima vez bajo las estrellas de este cielo mortecino.
Saboreé en el aire como buscabas robarle, un poquito mas de vida al espacio, ví como tu cuerpo se desgastaba. Como tus fuerzas se corrompían y se apagaban.
Sentí lentamente, como tu corazon, enjaulado entre tus huesos, se asfixiaba con el recorrer de tiempo, como mis lagrimas rojas, cayeron estridentes sobre tu vientre y se deslizaron por los pliegues de tu piel.
Pensé en los momentos vividos, en las alegrias asesinadas, en las esperas prolongadas. En tu amor y en mis traiciones, en tus lagrimas, en tu confusion y en mi vida aprovechada, te ví, en tu lecho de terciopelo y ví como las estrellas recorrian el firmamento ....como cortejo funebre sobre mis ojos, Oí como el viento susurraba tus lamentos, queriendo taladrar en mi memoria, grabar en ella tu recuerdo, profundo como abismo.
Como sueño de piedra que cae sobre el estanque de la razon, asi sentí el sutil corte del viento de la noche, como navaja cortante sobre piel lastimera, asi se deslizaban los pensamientos, los recuerdos y los pensares, y al final, tu retrato, quieta como marmol blanco, delicada y estática, como en un cuadro donde en el fondo se ven rostros sin labios y animas en penas, tu, lenta, rapida, embriagante tu silueta, dibujada en la tela de lo oscuro, quieta y silenciosa.
Te tiró el laberinto del descanso, te tumbo con alas de seda, caiste dando vueltas y exhalaste el frio y humedo aire sobre la tumba, querias llevarme en tu caida pero no pude acompañarte, tus latidos se detuvieron como cuando la orquesta acaba la sinfonia, una sinfonia macabra y maldita, donde los demonios y los duendes bailan al son de la muerte encapuchada. Moriste como princesa de parajes helados, hermosa y fria.
Me despedí, pensando en que sera de tu alma pura y marchita, te pedí perdon por mi pecado, tiré una ultima mirada a tu cuerpo desgastado, e imagenes asesinas penetraban en mi mente, labios sin color y mandibulas sin dientes, manos sin dedos, crispados por la infernal muerte, ¿arrepentido?, no ...solo desahuciado.
Cerre tus ojos con dos besos y lanze al aire mi ultimo alarido, profiriendo palabras en contra del amor y lamentando el haberte conocido, te deje a la suerte del destino, esperando a que pudieras tener un poco de descanso. Deje atras tu sombra, en el olvido tu recuerdo, mi pobre alma, mi pequeña niña, dulce, quieta y silenciosa, la culpa tu no tuviste que por amor te asesinaran.
Y he aquí el negro cuadro, una sombra alejandose del recinto de los muertos, una dama blanca con rastros de color, descansando en la penumbra, y una extension del infierno... de acero y muerte con un hilo rojo del rastro del ultimo aliento...
Y te pedi perdón , por cada gota de amor desperdiciado, te conté al oido en secreto
todas esas cosas que nunca te dije y que planee decirlas, oí como tus suspiros se apagaban lentamente entre la fria brisa del aire asesino, y como tus ojos brillaron por ultima vez bajo las estrellas de este cielo mortecino.
Saboreé en el aire como buscabas robarle, un poquito mas de vida al espacio, ví como tu cuerpo se desgastaba. Como tus fuerzas se corrompían y se apagaban.
Sentí lentamente, como tu corazon, enjaulado entre tus huesos, se asfixiaba con el recorrer de tiempo, como mis lagrimas rojas, cayeron estridentes sobre tu vientre y se deslizaron por los pliegues de tu piel.
Pensé en los momentos vividos, en las alegrias asesinadas, en las esperas prolongadas. En tu amor y en mis traiciones, en tus lagrimas, en tu confusion y en mi vida aprovechada, te ví, en tu lecho de terciopelo y ví como las estrellas recorrian el firmamento ....como cortejo funebre sobre mis ojos, Oí como el viento susurraba tus lamentos, queriendo taladrar en mi memoria, grabar en ella tu recuerdo, profundo como abismo.
Como sueño de piedra que cae sobre el estanque de la razon, asi sentí el sutil corte del viento de la noche, como navaja cortante sobre piel lastimera, asi se deslizaban los pensamientos, los recuerdos y los pensares, y al final, tu retrato, quieta como marmol blanco, delicada y estática, como en un cuadro donde en el fondo se ven rostros sin labios y animas en penas, tu, lenta, rapida, embriagante tu silueta, dibujada en la tela de lo oscuro, quieta y silenciosa.
Te tiró el laberinto del descanso, te tumbo con alas de seda, caiste dando vueltas y exhalaste el frio y humedo aire sobre la tumba, querias llevarme en tu caida pero no pude acompañarte, tus latidos se detuvieron como cuando la orquesta acaba la sinfonia, una sinfonia macabra y maldita, donde los demonios y los duendes bailan al son de la muerte encapuchada. Moriste como princesa de parajes helados, hermosa y fria.
Me despedí, pensando en que sera de tu alma pura y marchita, te pedí perdon por mi pecado, tiré una ultima mirada a tu cuerpo desgastado, e imagenes asesinas penetraban en mi mente, labios sin color y mandibulas sin dientes, manos sin dedos, crispados por la infernal muerte, ¿arrepentido?, no ...solo desahuciado.
Cerre tus ojos con dos besos y lanze al aire mi ultimo alarido, profiriendo palabras en contra del amor y lamentando el haberte conocido, te deje a la suerte del destino, esperando a que pudieras tener un poco de descanso. Deje atras tu sombra, en el olvido tu recuerdo, mi pobre alma, mi pequeña niña, dulce, quieta y silenciosa, la culpa tu no tuviste que por amor te asesinaran.
Y he aquí el negro cuadro, una sombra alejandose del recinto de los muertos, una dama blanca con rastros de color, descansando en la penumbra, y una extension del infierno... de acero y muerte con un hilo rojo del rastro del ultimo aliento...
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home