Herejía por Alan Panuco

Mi vida blasfema y hereje me ha arrojado a donde debo estar.Las puertas del infierno se abren para mostrarme lo que tal vez sea mi destino último.Es el fin del mundo: dónde pocos han llegado, de donde pocos han salido,donde ya no importan las cosas terrenales; materiales o espirituales: aún Dios aquí vale poco.Estas grandes puertas se abren pésadamente sobre sus visagras,y una vez abiertas me permiten ver a una hermosa criatura, que quizá, pienso, no debería estar aquí.
Talvez sea la ocación para arrepentirme de toda esa herejía y blasfemiaque me envolvía aún vivo, cuando negaba al Dios que todos adoraban, y que por cuya desición estoy aquí.Talvez es ahora cuando debo dejar atrás toda esa amarga herejía,que ha enfermado mi alma, si así se le puede llamar, y han terminado por hacerme olvidar a ese Dios que algún día adoré.Pero no, ahora comprendo que la base de esa herejía es ese radiente serque ahora veo a través de estas pesadas puertas: la entrada al averno.
He quedado maravillado ante tal construcción, tan compleja y fascinante,y al mismo tiempo tengo un sentimiento de que ya había estado antes aquí.Pienso qué clase de creaturas se esconden tras esos muros; que extraño mundo se encontrará ahí detrás.Después de meditarlo, aún cuando no fuera posible, pienso en la posibilidadde un mundo contrario a este, un mundo lleno de luz, lleno de fé, el lugar donde habitael Dios que he olvidado, del que he blasfemado, que he negado. Mas me siento contento aquí;no hay dolor aún cuando el fuego me golpea, no hay penas, no hay fe.
Lejos de titubear me inclino a tomar el camino que me conduce al interior,busco a este ser y parece que ha desparecido, y al mismo tiempo siento quehay una transformación dentro de mí, siento que una fuerza ajena a mi me poseey destruye mi interior, pero no hay dolor, un sentimiento inexplicable se apodera de mí.Despierto y veo a mi alrededor, estrañado camino sin rumbo; todo se ha ido,exepto un bulto que quedó en el suelo, me acerco y conforme lo hago reconosco la silueta que se forma: es mi cuerpo, tendido en el suelo, inexplicablementeveo mi cuerpo tendido en el suelo, y repentinamente comienzo a ver muchos más cuerpos muertos.